La medicina antroposófica se alimenta de dos fuentes: de la medicina científica y de la ciencia antroposófica.
Es una medicina integradora al considerar al hombre compuesto de un cuerpo material, un psiquismo y una personalidad individual. Vida, alma e individualidad son en sí, elementos inmateriales pero, a pesar de ello, bien reales. La salud y la enfermedad nacen en ese juego de fuerzas y esto es algo que va más allá de una mera interacción molecular, es por eso que la palabra antropo-sofía significa "el hombre que se conoce a sí mismo", que es consciente de su naturaleza.

Sus medicamentos proceden de los tres reinos tradicionales de la naturaleza y apelan a las fuerzas de autocuración del organismo. El cuerpo humano tiene en común con el reino mineral su composición; con el vegetal, sus procesos de crecimiento, regeneración y reproducción; con el animal, su mundo de sensaciones. Con su razón, el ser humano es capaz de elevarse por encima de ellas.
El 75% de sus medicamentos son homeopáticos aunque con diferencias. Las sustancias, por ejemplo, se elaboran manualmente y proceden de cultivos de agricultura biológico-dinámica. Además, se agitan de abajo arriba, o bien horizontalmente, y con arreglo a un horario y tablas astronómicas. La potencia de aplicación es la decimal. Carecen de efectos secundarios, proporcionan una mejor calidad de vida y juegan un papel importante, sobre todo en el tratamiento de enfermedades crónicas. El balance es positivo en la relación costes-beneficios. Las terapias artísticas y la euritmia curativa apelan a que el paciente se implique activamente en la configuración de una nueva salud.

El médico moderno se ve relegado a un papel cada vez más pasivo, pues las máquinas, aplicadas al objeto paciente, son las que deciden el diagnóstico. Ocurre que, los aspectos individuales se pierden al intentar esquematizar los diagnósticos. La medicina antroposófica, sin embargo, se esfuerza en percibir lo peculiar de cada persona; es decir, lo que se manifiesta en su configuración física, forma de expresarse, ritmos vitales e integra todo lo particular en el marco general de la enfermedad. ¡Cada ser humano es realmente único!